El equipo de los Huskies, bajo la dirección de Dan Hurley , arrasó a Purdue, un contendiente que deseaba conseguir su primer título en la NCAA, pero se topó con un rival sin igual. UConn se llevó la victoria con un contundente 75-60, reafirmando su estatus y alcanzando su sexto campeonato nacional desde 1999.
Es destacable el logro de UConn, ya que tras llevarse el campeonato el año anterior, tres de sus jugadores dejaron el equipo para unirse a la NBA, lo que hace aún más impresionante conseguir dos títulos consecutivos.
La supremacía de UConn en los torneos de 2023 y 2024 es indiscutible: han logrado 12 victorias en el torneo KO sin derrotas, superando a San Diego State y Purdue en las finales con diferencias de 17 y 15 puntos respectivamente.
Estas estadísticas reflejan la fuerza de un programa que ha dominado en los últimos dos años. A lo largo de su historia, UConn ha contado con grandes jugadores, algunos de los cuales estuvieron presentes en la final de hoy, como Ray Allen , Emeka Okafor y Charlie Villanueva .
Finalizando la temporada con un asombroso récord de 37-3, UConn ha conseguido más victorias en un solo año que nunca antes en su historia. En el Torneo de la NCAA, lograron 6 victorias con una diferencia de 23.3 puntos, superando claramente el promedio del año pasado, que fue de 20 puntos.
Con esta victoria, UConn se coloca en el tercer lugar histórico de la NCAA, solo detrás de los 11 campeonatos de UCLA y los 8 de Kentucky, empatando en 6 títulos con North Carolina y dejando atrás a Indiana y Duke, que tienen 5.
Ambos equipos se enfrentaron en el State Farm Stadium de Glendale, Arizona, donde más de 70.000 aficionados presenciaron un duelo entre dos equipos que sumaban un total de 70 victorias en la temporada, algo inédito en el siglo XXI. Sin embargo, el partido se definió rápidamente tras el descanso.
Los Huskies se fueron al medio tiempo ganando 36-30, con 11 puntos de Tristen Newton , su jugador más destacado en ataque. Fue en la segunda mitad cuando se evidenció la superioridad de UConn, controlando el juego y la ventaja en el marcador, a pesar de que Donovan Clingan cometió su cuarta falta a 7:52 del final y Samson Johnson fue descalificado por faltas a 5:38.
Un triple de Stephon Castle elevó el marcador a 59-42 restando 8:35, y desde ahí, UConn mantuvo el control del juego, mientras que Purdue se volvió predecible, centrándose únicamente en intentar hacer jugar a su estrella Zach Edey en la pintura.
Un claro ejemplo de la estrategia unidimensional de los Boilermakers fue el rendimiento de Edey, quien acumuló 37 puntos y 10 rebotes, pero sus compañeros solo aportaron 23 puntos en total. Braden Smith fue el único que anotó más de 5 puntos, cerrando con 12 y 8 asistencias.
La presión a toda cancha que implementaron los Boilermakers en los últimos minutos no tuvo éxito, y Hurley decidió utilizar una formación más ágil para contrarrestar esta presión.
UConn, a diferencia de Purdue, demostró un juego colectivo y se apoyó en su talentoso elenco, con Tristen Newton liderando el ataque con 20 puntos, 5 rebotes y 7 asistencias sin perder el balón.
Stephon Castle contribuyó con 15 puntos, mientras que Donovan Clingan y Cam Spencer sumaron 11 puntos cada uno, con Spencer agregando 8 rebotes y aportando también en la defensa.
La defensa de los Huskies limitó las opciones de anotación de Purdue, dejando a Edey como su único recurso, y el equipo en su conjunto tuvo un bajo rendimiento en tiro de tres puntos, logrando solo 1 de 7, además de registrar únicamente 8 asistencias.
La final no resultó ser especialmente emocionante. El dominio de UConn hizo que la segunda mitad fuera un paseo para sus jugadores, permitiendo que los aficionados disfrutaran del triunfo mientras los seguidores de Purdue comenzaban a asimilar la derrota ante unos Huskies que están haciendo historia.